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jueves, 31 de marzo de 2011

LOS CROMOSOMAS POÉTICOS ANDALUCES (El origen del flamenco)

El flamenco es la expresión cultural
del Pueblo Andaluz


Comenzaré este artículo haciendo referencia al final de otro que leí hace poco y que decía así: "Tras varios siglos de sobrevivencia ignorada de nuestras señas de identidad colectivas, a mí, a nosotros, nos toca evidenciar lo invisible, comprender y recordar qué comieron nuestros padres y madres, qué cantaron, a qué jugaron, como una expresión contemporánea de la lucha contra la deforestación globalizadora, tan legítima como el feminismo o el ecologismo o el pluralismo político, para evitar que desaparezca la razón de ser de nuestra cultura milenaria. Y olvidemos quienes somos."

El gran contador de historias, Antonio Manuel Rodríguez Ramos, compositor y profesor de la Universidad de Córdoba, me hizo recordar con su artículo La huella andalusí hoy, las palabras aljamiadas que usaba mi madre no hace mucho cuando estaba el suelo mojado de la fregona y ella me avisaba: "cuidao c'acaba josifá'r suelo" (en algunos lugares de Andalucía sus. jofifa y vbo. jofifar) o cuando nos nutría a mis hermanos y a mí con esa moruna de caballa o ese gazpachito andaluz en una cocina perfumada de aceite de oliva, especias y vapores de potaje, todo a ritmo de flamenco. Entre esos recuerdos me inundaba una marea de obligación, responsabilidad y cargo de conciencia por no haber actuado antes que busqué consuelo en recoger el testigo de divulgar todo signo de identidad andaluza, andalusí, bética o tartésica que percibieran mis ojos.

Antonio Manuel hace referencia en su articulo a los andaluces moriscos: "Los cantaores levantan el dedo índice y pronuncian el nombre de Allah (Ole) ante la exaltación de lo sublime. Y entre palmas recitan el comienzo de la shahada (la illaha illa Allah). Y luego cierran los ojos cantando "islas del Guadalquivir donde se fueron los moros que no se quisieron ir". O "Qué alegría ir por Triana y ver la Torre del Oro sin campanas". No saben lo que dicen. Pero lo sienten.* referencia a los no solo transmisores de la cultura del pueblo andaluz, sino también de la predisposición genética de los andaluces a expresarse en voz poética, forma de expresión escrita que ya usaban los andaluces tartesios hace 3.000 años.

Los Tartesios escribían sus leyes en verso para evitar que estas fuesen falsificadas, pudiéndose encontrar en este hecho el primer germen genético de la tradición poética del pueblo andaluz, de lo que da muestra Estrabón en sus Crónicas, haciendo referencia a los tartesios a través de sus descendientes los turdetanos, "son considerados los más cultos de los íberos, ya que conocen la escritura y, según sus tradiciones ancestrales, incluso tienen crónicas históricas, poemas y leyes en verso que ellos dicen de seis mil años de antigüedad.", (Estrabón, III,1,6)

Se puede apreciar que el germen genético de la poesía tiene continuidad trás los tartesios y turdetanos, al convertirse La Bética en el centro cultural del imperio romano, aportando además de literatos de la talla de Séneca, Lucano o Columela, emperadores como Trajano o Adriano. Viéndose éste enriquecido e impulsado por el desarrollo cultural andalusí de la mano de autores como Averroes, Avenpace, Ibn Hazm, Alfarabí, Ibn Arabí, Ibn Quzman, Ibn Gabirol, Ibn Hayyan, el rey poeta Almutamid I o el gran sabio y filósofo andalusí Ibn Jaldún, por citar alguno.

Esta peculiaridad de la expresión oral andaluza, nítidamente más prolífera que la escrita, se encuentra en perfecta sintonía con un pueblo que no solo rinde culto a sus predecesores, sino que sirve de mecenas a una étnia que veía como pervivían sus costumbres ancestrales. Como deja claro Alif Nûn en su libro Lengua y literatura árabe de Al-Andalus (II), El cadi Abu Bakr Ibn al-‘Arabi –citado en los Prolegómenos de Ibn Jaldún– propone a los musulmanes orientales el método de enseñanza adoptado por los andalusíes, en el que la poesía –desde la preislámica hasta la contemporánea del periodo abbasí– era estudiada antes que cualquier otra disciplina. "El alumno pasaría a continuación al estudio del cálculo...después se pondría a leer el Corán, cuyo estudio le resultaría fácil gracias a estos trabajos preliminares."

Los moriscos andaluces, privados del uso de sus casas, costumbres y practicas religiosas, por reiterado incumplimiento de Las Capitulaciones de Santa Fe por parte de las monarquías reinantes de turno, se ven abocados a vivir en los extraradios de grandes ciudades o en cuevas cercanas a los campos que labraban para los terratenientes, de este desarraigo en la propia tierra de sus abuelos, nace una nueva forma de trasmisión oral, El flamenco. Este se convierte en la voz de una tierra que cuenta su historia a través de las gargantas de sus hijos al son del latido de un pueblo oprimido. No solo transmisor de la historia, cultura y sentir de un pueblo, sino también de la forma de hablar de este, con las influencias aportadas por grandes leguas imperiales como el latín o el árabe, lenguas que modelaron el romance aljamiado andaluz, lingua matter del andaluz actual según no pocos autores**

El flamenco ha perdurado hasta nuestros días tras convivir, y en algunos casos entrelazarse con la palabra escrita de algunos escritores andaluces renacentistas, tales como Antonio de Nebrija, Pedro Espinosa, Juan de Mena, Francisco Pacheco, Lope de Rueda, Fernando de Herrera o Fray Bartolomé de Las Casas, hasta la llegada del Barroco en que serían continuados por Luis de Góngora y Argote, Juan de la Cueva, Francisco de Rioja, Juan de Mal Lara o Baltasar de Alcázar.

De estos pasamos a la Ilustración andaluza, fielmente representada por José Cadalso, José Joaquín de Mora, Francisco Martínez de la Rosa o Antonio Alcalá Galiano. Gustavo Adolfo Bécquer destaca como máximo exponente del romanticismo andaluz junto a Juan Valera.

Continuamos con La Generacion del 98, y sus precursores Ángel Ganivet, los hermanos Álvarez Quintero, los Machado o el premio Nobel de literatura (1956) Juan Ramón Jiménez, inspiradores de la Generación del 27, fundada con la celebración del tricentenario de la muerte del poeta cordobés Luis de Góngora, y constituida en su mayoría por andaluces de la talla de Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Manuel Ángeles Ortiz, Emilio Prados, Fernando Villalón, José Moreno Villa o el premio Nobel de literatura (1977) Vicente Aleixandre, osea más del 70% de los componentes de este movimiento literario, que junto a los anteriormente mencionados, reflejan la idiosincracia poética de los andaluces que aflora en los momentos más íntimos de cualquier andaluz, como últimamente hemos tenido la oportunidad de comprobar todos con las declaraciones de Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, la niña de 5 años que apareció muerta en la Ria del Odiel en Huelva el pasado 8 de Marzo, y que a la pregunta de un periodista de ¿cómo se encuentra usted?, responde: "esta mañana me he levantado y he visto que en mi jardín faltaba una flor"

Esto contrasta con anuncios de televisión en los que aparece un dibujo animado de un cateto que, como no, habla andaluz, contrasta con que en la mayoría de las series de televisión, las respetables "chachas", los drogadictos, y los sectores más incultos de la sociedad española sean representados por personajes andaluzo-parlantes. Y más aún contrasta con que altos dirigentes del Psoe-a secundados por el Sr. Chávez planteen la docencia de euskera, gallego o catalán a la vez que incumplen el estatuto de autonomía del 80 y su reforma de 2007 en el artículo siguiente:

Titulo preliminar, art. 10, "Objetivos básicos de la comunidad autónoma", cap. 3º leemos : "la comunidad autónoma, en defensa del interés general, ejercerá sus poderes con los siguientes objetivos básicos : párafo 3º El afianzamiento de la conciencia de identidad y de la cultura andaluza a través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico, antropológico y lingüístico"

Claramente incumplido durante casi 30 años al no haberse creado un centro de estudio, investigación y difusión del andaluz, impidiendo su normalización y crecimiento como lengua culta en la que se puedan crear obras literarias que dignifiquen el habla de nuestros antepasados.

Andaluzía a 30 marzo de 2008
Xuanxo Ashraf Aben Bardibia
Sec Nac Poetas del Mundo 
Vocal Junta Directiva de la ZEA
(Sociedad para el Estudio del 'Andalú')

* En pueblos de colonización morisca del Valle de Guadalquivir, los jornaleros y las jornaleras jugaban en círculo a pasarse una piedra mientras entonaban esta canción: "El alacrán de dos pantallas/ a su lado brillaba el sol/ San José le dio a la erre/ Con el trique, trique, tron/Simpático, simpático/ Que vengo de lavar/ Con el verde olivar/Con el trique, trique, tron". Como muchas otras canciones populares, la letra parece no tener sentido. Todo lo contrario. Los jornaleros llevan siglos rezando una plegaria morisca sin saberlo. Un emocionante tauriq disfrazado de juego, girando la cara a cada golpe fonético, como en la dación de paz (salam). Los moriscos convirtieron las palabras prohibidas en sonidos similares aljamiados. En este caso, rezan una salat de la necesidad (salat al- haya). Bajo "el alacrán" se oculta "el Corán" (L’quran). Y dicen "L’quran debdo ivantalla" (El Corán que es ley obligatoria y provechosa). Luego dice Rasulhulah ("a su lado") en referencia a la iluminación del Profeta. La expresión "San José" alude a dos nombres de Allah muy empleados en los alhaicales: San/Sanant (Santo o Sanador) y Juje (Juez). Allah arrizq ("a la erre"), significa alimento, sustento, Providencia de Dios. Trique (Dikr) significa recuerdo. Un dikra es una plegaria colectiva de repetición continua que suele incluir ayas del Corán. "Que vengo de lavar/con el verde olivar" no es más que la adaptación fonética de las estrofas del takbir: Allahu akbar (Allah es grande). Impresiona que vengan de lavar (ablución o wudu), gesto obligado antes de la oración y habitual antes de comer, en el olivar donde trabajan, y la palabra "verde", color del islam, de la esperanza, incluido en la bandera de Andalucía.


** El castellano actual cuenta con mas de veintisiete mil palabras heredadas del andaluz clásico, la lingua mater del andaluz contemporaneo, y del cual mantenemos en Andalucía las diez vocales latinas (el sistema vocalico es el maximo rasgo identitario de un idioma), sin embargo La Real Academia de la lengua no le reconoce al andaluz el estatus de dialecto siquiera.

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