Vistas de página en total

martes, 31 de enero de 2012

Naciones sin Estado en la Península Ibérica


"El arma mas poderosa con la que cuenta el opresor es la mente del oprimido"

En un mundo ideal, las sociedades se organizaría por comunidades culturales y éstas, en comarcas naturales. El motivo de estas estructuras sociales es porque los individuos de una misma cultura se entienden mejor entre sí mismos que con los de culturas diferentes, siempre hablando desde el punto de vista de convivencia cotidiana.

Así mismo, los individuos de una misma comarca natural conocen el terreno y las artes de trabajo, de forma que saben sacar el máximo provecho a la tierra en la que viven y la cual trabajan.

A groso modo, las comunidades autónomas del estado español tienen su origen en los antiguos reinos cristianos, a excepción de Andalucía y Valencia principalmente. Hay casos como los de Catalunya, Euskadi, La Rioja o Cantabria, que son escisiones de antiguos reinos como eran el de Aragón, Navarra o Castilla, además de otras naciones y territorios que tiene otras peculiaridades en las que no ahondaremos por ser conocidas por todos.

Pero pasemos a analizar el curioso caso de Extremadura, Murcia y Andalucía.

Para comprender la actual división provincial del Estado español debemos remontarnos a la primera mitad del siglo XIX, una época muy convulsa en lo referente a la realidad política, la transición del antiguo régimen al libererismo, la invasión napoleónica del Estado español, y la abolición de la ley Sálica establecida por Felipe V que permite a Isabel II al trono que derivaría en la Guerra Carlista, son circunstancias que constituyeron el marco político en que se forja la ordenación territorial provincial que hoy en día aún padecemos.

Se trataba de hacer mas presente el poder del estado, por lo que la monarquía emprende esta ordenanción territorial como avance de modernidad, se quiere acabar con la estructura de reinos independientes, con aduanas e instituciones separadas que hasta entonces imperaba en el Estado español y se encargan diferentes proyectos de división provincial:

  • Nomenclátor de 1789 de Flioridablanca bajo el reinado de Carlos IV. Las nuevas provincias marítimas.
  • Durante la invasión napoleónica entre 1808 a 1812 se intenta ordenar el territorio en 38 prefecturas al estilo francés. Se conocería como el Proyecto Amorós.
  • La División Provincial de Felipe Bauzá en 1813 determina 44 provincias por encargo de Fernando VII.
  • División Provincial de Cortes en 1822.
  • El proyecto de división provincial de Larramendi en 1829.
  • En 1833 la infanta María Cristina de Borbón encarga a Javier de Burgos la creación de una nueva división provincial, actuando como reina regenta, ya que su hija, la futura Isabel II, contaba con tan solo tres años de edad al morir su padre Fernando VII.

Antes de estas ordenaciones territoriales se denominaba a Las Andalucias de forma poco definida a los territorios al sur de Toledo y al oeste de Valencia hasta Portugal, reconociendo así el ámbito geográfico-cultural andaluz que aún hoy persiste en los territorios de la actual Andalucía, Extremadura, Murcia y la Alcudia manchega.

Esta herencia viva de la cultura andaluza tiene su origen en el mas de un milenio que estos territorios han estado unidos, y que posteriormente fueron divididos por el poder central español para debilitar a Andalucía y eliminar la supuesta amenaza de Andalucía a reclamar su legítima independencia. Andalucía, Extremadura y Murcia estuvieron unidas cuando Andalucía se llamaba Tartessos, Turdetania y Bastetania, Baética y Al-Andalus.

Este pasado, una orografía y una climatología comunes conforman una cultura común, que se manifiesta a través del habla (el andaluz), gastronomía, costumbres, música (flamenco) y folklore común, tales como carnavales al estilo de los de Cádiz, ferias, carretas del Rocío, etc, etc.

Todo lo anteriormente expuesto hace que la cultura andaluza se extienda mas allá de las fronteras actuales de Andalucía, fronteras por otra parte artificiales, como todas claro.

Si tomamos como ejemplo los estado plurinacionales o pluriculturales, observaremos que en ninguno de ellos hay igualdad y convivencia armónica, ya que una de estas culturas siempre se beneficia de algún u otro modo de las demás, y no hablemos ya de el tercer mundo, de los estados africanos en que unas etnias exterminan a otras, sino que incluso en los paises desarrollados existe esta tensión social entre culturas dentro de un mismo país, como en el caso de Gran Bretaña, en que escoceses, galeses y nor-irlandeses muestran su descontento con ingleses, que son las nación-cultura privilegiada de las islas, o en Bélgica donde walones y flamencos viven enfrentados, o en Francia con lo bretones, corsos, vascos o catalano-franceses. Por eso cobra mucho sentido la antigua reclamación de crear la Europa de los pueblos, aunque en el caso de Andalucía no seamos europeos mas que geográficamente, por lo que Andalucía debería quedar fuera de Europa y ceñirse mas a un marco Mediterráneo.

Antes de finalizar este artículo debemos puntualizar que no podemos acusar al Estado español o a Europa de imperialista y actuar de igual forma con los territorios hurtados por los imperios a las naciones matrices, por lo que si se diese el caso, Nafarroa, el País Valençiá, Les Illes Balears, Extremadura o Murcia, por nombrar los mas obvios, debería tener el mismo derecho de autodeterminación que le exigimos al Estado español para con las naciones ibéricas sin estado, y decidir por si mismas a quien se quieren unir. Este derecho de autodeterminación de los pueblos está recogido en el derecho internacional, concretamente en La Carta de las Naciones Unidas y en Los Pactos Internacionales de Derechos Humanos.

También quiero anotar referente a las escisiones de las naciones sin estado como Murcia o Extremadura por ejemplo, que el arma mas poderosa con la que cuenta el opresor es la mente del oprimido.

Andalucía a 31 de enero de 2012
Xuanxo Ashraf Bardibia Garçelya

Bibliografía:

- García Álvarez, Jacobo (2002): Provincias, Regiones y Comunidades Autónomas. La formación del mapa político de España, Madrid, Secretaría General del Senado. (Temas del Senado, 8). [ISBN:84-88802-64-1]
- Burgueño Rivero, Jesús (1996): Geografía política de la España constitucional. La división provincial. Centro de Estudios Constitucionales. [ISBN:84-259-1010-2]
- Plaza Gutiérrez, Juan Ignacio: ¿Una nueva geografía regional de España?: Algunas propuestas para su estudio. Universidad de Salamanca, Departamento de Geografía.
- García España, Eduardo: Imputaciones de población en la primera mitad del siglo XIX.
- Los mapas en blanco y negro son de Jesús Burgueño Rivero, (1996): Geografía política de la España constitucional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario